Vallar una finca rústica es bastante común. El cerramiento permite la no invasión del terreno por personas ajenas, la pérdida de animales, evita que otras especies invasivas entren en la propiedad y garantiza la seguridad de sus inquilinos.
En el último año, se ha producido un aumento notable del éxodo urbano. Esta migración de la ciudad hacia las zonas rurales, también es el causante del aumento de personas interesadas en comprar terrenos o parcelas, la reforma de viviendas de campo y el vallado de fincas.
Rústico-moderno como alternativa
Concretamente, en temas de cercado, las tendencias han cambiado mucho con el paso del tiempo. Antes, era común vallar la propiedad con mallas de simple torsión. Ahora, para espacios más reducidos, preferimos hacerlo con vallas de PVC mucho más resistentes y duraderas. Dan un aspecto más estético, no requieren mantenimiento y puedes personalizarlas en color, acabado y estilo.
Al igual que hay un cambio en el tipo de construcción de viviendas en el campo, las tendencias en vallado también cambian y se adaptan estéticamente a los espacios. El cercado se hace mucho más necesario en fincas con construcciones, ya sea una vivienda, piscina o zona de ocio en terreno rústico.
Requisitos para vallar una propiedad rústica
Según el artículo 833 del Código Civil, los propietarios de fincas rústicas tienen derecho a vallar su propiedad siempre y cuando cumplan los requisitos exigidos.
Para vallar una finca rústica deberás solicitar una licencia en el Ayuntamiento donde se encuentre la propiedad. Presentar legalmente esta solicitud, evitará problemas el día de mañana. Deberás adjuntar también información sobre la referencia catastral y cierta documentación sobre el vallado y que puede proporcionarte el técnico especializado (material a utilizar, tipo de valla, fijación, etc.).
Por otro lado, cada Comunidad Autónoma tiene ciertas obligaciones que deben cumplirse en el vallado de fincas rústicas. Deberás consultar cuáles son competentes en tu caso y qué requisitos debes cumplir.